
“Mirando hacia adelante, leamos los signos que el COVID-19 ha mostrado
claramente. No olvidemos cuán profundamente nos ha empobrecido la
pérdida del contacto humano durante este tiempo en el que hemos estado
separados de los vecinos, los amigos, los compañeros de trabajo y, sobre
todo, de la familia, sin olvidar la absoluta crueldad de no poder acompañar a
los moribundos en sus últimos instantes y llorarlos luego adecuadamente. En
el futuro, no demos por descontado el estar juntos, sino redescubramos y
busquemos los medios para fortalecer esta posibilidad”
De la pluma de su Santidad el Papa Francisco, les presento este pequeño
librito, corto en cuanto a número de páginas, pero cargado de sabiduría y
verdad, constituido por ocho textos escritos y hablados, fechados entre el 27
de marzo y el 22 de abril, y a través de los cuales su Santidad nos invita a la
reflexión, sugiriéndonos una dirección, claves de lectura y pautas para
reconstruir un mundo mejor que podría nacer de esta crisis que hoy vive la
humanidad y partiendo de la idea de que sembrar la esperanza, en medio de
tanto sufrimiento y desconcierto, es una labor de todos y cada uno de los seres
humanos del mundo sin importar su condición social y/o económica.
Personalmente es posible que los textos en cuestión me hayan tocado mucho
debido a que, desde que comenzó la alerta sanitaria en Italia y cerraron las
iglesias, su Santidad comenzó a compartir diariamente sus misas desde la
capilla privada de la Casa Santa Marta, hecho histórico y sin precedentes que
tuvo como final la eucaristía del 18 de mayo pasado, y puedo asegurarles que
ese acompañamiento y diaria adoración al Santísimo Sacramento, amén de las
celebraciones especiales varias, constituyeron para mí una fuente de consuelo,
sosiego, paz y esperanza en medio de la tormenta y al leerlos han regresado a
mi memoria muchos de aquellos momentos, con sentimientos de gratitud por
haber podido llegar hasta aquí y, más aún, por el privilegio de seguir aquí,
sana y con vida, que no es poca cosa en estos tiempos.
Les invito pues a deleitarse leyendo con los ojos del alma esos textos
maravillosos que, de manera gratuita pueden descargar por internet. Hasta la
próxima!!!