Visto lo visto, cualquiera pensaría que es verdad aquello de que el ejercicio del poder público es un oficio exclusivo para truchimanes. A fuerza de engaños y abusos descarados, nos hemos acostumbrado a ver como normal que quien se encarama en un carguito se ocupe de ordeñar, para su propio beneficio, recursos que son de todos. Y, claro, la noción …